Biografía
Vida del Autor


Sobre el Autor
El 14 de febrero del 1907, en Sucre, capital de la República de Bolivia, nace el cuarto de los cinco hijos del matrimonio formado por el prestigioso abogado Sebastián García Agreda y su esposa Candelaria Rosquellas Anzoátegui, descendiente de Mariano Rosquellas, prominente músico venido de Europa. A este niño lo llamaron Rafael.
Estudia la primaria y la secundaria en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, regido por la orden católica jesuítica, donde obtiene una sólida formación académica.
Su afán de saber es enorme, le interesan todas las ramas de la ciencia, de ahí que su conocimiento finalmente sea enciclopédico.
Obtenido el bachillerato, ingresa a la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca a seguir la carrera de abogacía, como ya lo hiciera antes su hermano mayor Raúl, su padre, sus abuelos y una larga lista de antepasados, casi todos abogados.
Estando en la universidad, el año 1932 se declara la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay. Él, junto con todos los jóvenes de su generación se presenta y es enrolado en las filas del ejército boliviano. Viaja a defender a su país en las ardientes arenas del Chaco boliviano-paraguayo, en el famoso destacamento 111. Pelea en primera fila en las batallas de Nanawa y Bullo, como consta en su libreta de desmovilización; estas son dos de las batallas más sangrientas de la guerra. Finalmente, enfermo, seriamente afectado del estómago, es repatriado a su ciudad natal, Sucre. Esta experiencia, marca su vida y sobre ella escribe el poema “El soldado ubicuo”.
Allí, como en toda Bolivia, la gente que había mandado a sus seres queridos a pelear por la patria espera ansiosamente noticias de la guerra, por esa razón una mañana lo visita la señorita Estela Romero Linares, flamante profesora, egresada de la escuela normal de Sucre, que quiere noticias de sus hermanos, que también pelean en el Chaco, entre quienes se cuenta el coronel Julio Romero, héroe de Boquerón.
Verla y enamorarse perdidamente es inevitable, al tiempo se casan y forman un hogar bendecido con cuatro hijos, tres mujeres y un varón, las hijas son Sarah, Nidya y Leticia, el varón es Edwin.
Los años pasan, la guerra había finalizado el 35, él ya trabaja en la Universidad de San Francisco Xavier en diversos cargos, empieza como profesor de estadística, es secretario general del rectorado en la época en que Guillermo Francovich es rector, se hace cargo del Instituto Boliviano de Sociología (ISBO) fundado por José Antonio Arce y reorganizado y realmente puesto en funcionamiento bajo su dirección; es docente titular de las asignaturas de Introducción al Derecho y Filosofía del Derecho.
Es un hombre de cultura extraordinaria y multifacética, entrada la época de la especialización en las ciencias y las artes, incursiona en distintos campos del saber, destacándose en todos ellos.
Como lingüista produce un “Fichero manual de quechua”, con traducción a ocho idiomas.
En filosofía obtiene el reconocimiento de personalidades de valor internacional, como Josef Laurenz Kunz, Carlos Cossio y Luis Pedro Alejandro Recaséns Siches, por sus originales y profundas concepciones. En este campo desarrolla su “Teoría integral del derecho” que aún hoy se estudia y analiza en universidades latinoamericanas.
Como poeta, con su obra “El balcón del firmamento”, publicada en Sucre por la imprenta de la universidad de San Francisco Xavier, el año 1939, obtiene el primer premio del concurso que, con carácter nacional, es convocado por dicha casa de estudios superiores.
El año 1949 gana simultáneamente, caso único en la historia nacional, los premios primero y segundo de los Juegos Florales Nacionales, convocados también por la Universidad de San Francisco Xavier, con los poemas “El agro” y “Minas”, obras poéticas inspiradas en su respeto y admiración por los indígenas y los mineros. Estas obras no han sido superadas por otros autores en cadencia, sentimiento y profundidad.
El año 1950, convocado nuevamente a un concurso literario nacional en la ciudad de Potosí, es galardonado con un Diploma de Honor de carácter excepcional.
El año 1963, publica una “Antología de poetas de Chuquisaca” de enorme valor, que mereció elogiosas críticas en el ámbito literario del país.
Es autor de la novela de corte filosófico y ciencia ficción “Kristina y los profetas” publicada por la Fundación cultural La Plata del Banco Nacional de Bolivia el año 2002 con edición agotada.
Es también autor de cuentos varios, entre los que se encuentra “El Fundador”.
Su obra poética se encuentra reunida en un volumen titulado “Los doce crepúsculos”, publicado en el año 1996 por sus hijos.
Colabora a lo largo de su prolífica vida con numerosos órganos periodísticos y revistas donde publica cantidad de poemas, cuentos y artículos.
El 15 de agosto de 1973, a las seis horas de la mañana, cuando los templos de Sucre, la ciudad donde nació y que tanto amaba, empezaban a hacer oír los sones de claras campanadas llamando a la primera misa del día, fallece después de un año de sufrir una penosa enfermedad, este hombre polifacético: sociólogo, político, antropólogo, docente universitario, lingüista, profundamente pacifista en su concepción filosófica de la sociedad.
Su memoria y legado dejan una huella imborrable; su seudónimo literario Euros Anti es y será inolvidable.

Es un hombre de cultura extraordinaria y multifacética, entrada la época de la especialización en las ciencias y las artes, incursiona en distintos campos del saber, destacándose en todos ellos.
Como lingüista produce un “Fichero manual de quechua”, con traducción a ocho idiomas.
En filosofía obtiene el reconocimiento de personalidades de valor internacional, como Josef Laurenz Kunz, Carlos Cossio y Luis Pedro Alejandro Recaséns Siches, por sus originales y profundas concepciones. En este campo desarrolla su “Teoría integral del derecho” que aún hoy se estudia y analiza en universidades latinoamericanas.
Como poeta, con su obra “El balcón del firmamento”, publicada en Sucre por la imprenta de la universidad de San Francisco Xavier, el año 1939, obtiene el primer premio del concurso que, con carácter nacional, es convocado por dicha casa de estudios superiores.
El año 1949 gana simultáneamente, caso único en la historia nacional, los premios primero y segundo de los Juegos Florales Nacionales, convocados también por la Universidad de San Francisco Xavier, con los poemas “El agro” y “Minas”, obras poéticas inspiradas en su respeto y admiración por los indígenas y los mineros. Estas obras no han sido superadas por otros autores en cadencia, sentimiento y profundidad.
El año 1950, convocado nuevamente a un concurso literario nacional en la ciudad de Potosí, es galardonado con un Diploma de Honor de carácter excepcional.
El año 1963, publica una “Antología de poetas de Chuquisaca” de enorme valor, que mereció elogiosas críticas en el ámbito literario del país.
Es autor de la novela de corte filosófico y ciencia ficción “Kristina y los profetas” publicada por la Fundación cultural La Plata del Banco Nacional de Bolivia el año 2002 con edición agotada.
Es también autor de cuentos varios, entre los que se encuentra “El Fundador”.
Su obra poética se encuentra reunida en un volumen titulado “Los doce crepúsculos”, publicado en el año 1996 por sus hijos.
Colabora a lo largo de su prolífica vida con numerosos órganos periodísticos y revistas donde publica cantidad de poemas, cuentos y artículos.
El 15 de agosto de 1973, a las seis horas de la mañana, cuando los templos de Sucre, la ciudad donde nació y que tanto amaba, empezaban a hacer oír los sones de claras campanadas llamando a la primera misa del día, fallece después de un año de sufrir una penosa enfermedad, este hombre polifacético: sociólogo, político, antropólogo, docente universitario, lingüista, profundamente pacifista en su concepción filosófica de la sociedad.
Su memoria y legado dejan una huella imborrable; su seudónimo literario Euros Anti es y será inolvidable.